31 años de vida, 50 de historias, 2 grandes crisis y 1 petición de cumpleaños.
Hoy, 6 de mayo es mi cumpleaños, seguramente no lo sabías. No te preocupes, dejame contarte que he vivido parte de estos 31 años de vida a través de 50 historias compartidas.
Hace casi una década, mi vida tomó un giro inesperado cuando me mudé de Torreón a Mérida. Llegué con pocas expectativas y apenas conocía a dos personas. Mi primer cumpleaños aquí fue tranquilo, celebrado en la intimidad de mi nuevo hogar con mi familia. Fue un cumpleaños sencillo, opacado por la magnitud del cambio que estaba experimentando.
Con el paso de los años, Mérida se convirtió en algo más que un lugar de residencia para mí; se transformó en un capítulo significativo de mi vida.
Han sido años increíbles. Esta ciudad no solo se convirtió en mi hogar, sino que también me brindó la oportunidad de encontrarme a mí mismo y hallar mi vocación. Intenté devolver todo lo que pude a esta ciudad que me dio tanto. Ha sido una experiencia invaluable. Juntos construimos algo que es mucho más grande que yo. Me permitió conocer a personas maravillosas, no solo de Yucatán, sino de todo México y el mundo.
Sin embargo, como todos los capítulos, este también trajo consigo sus propios desafíos.
El año pasado, cuando cumplí 30 años, enfrenté una de las batallas más duras de mi depresión. Me encontré luchando internamente contra la llamada “crisis de los 30” y, para sumarle todavía más al muertito, también me dio la crisis de los superdotados u “overachievers”.
Ahora, sé lo que se están preguntando: “Pero Diego, ¿qué clase de m@m*da millennial es esa?” No se preocupen, que yo se los explico.
Imagínense esto: Llegas a los 30 pensando que deberías tener todo resuelto —una carrera exitosa, quizás una familia, una casa, y una sensación de seguridad en tus decisiones. Pero un día te despiertas y te das cuenta de que algo falta, que tal vez no estás donde querías estar o incluso no sabes dónde deberías estar. Eso, queridos amigos, es la famosa crisis de los 30. Te golpea con todas las preguntas existenciales que preferirías evitar.
Y como si eso no fuera suficiente, añádele la crisis de los superdotados. Esta no es solo sentir que no has logrado suficiente; es sentir que aunque has logrado mucho, nunca es suficiente. Tu mente te juega el peor de los trucos: te convences de que podrías haber hecho más o mejor, que podrías haber sido más. Esta es una tortura constante de nunca estar satisfecho, de correr una carrera que no tiene fin ni línea de meta.
Así que ahí estaba yo, lidiando con estas dos bestias al mismo tiempo. Por un lado, la angustia de entrar a la treintena sin la claridad que supuestamente debería acompañar a esos años. Por otro, una voz interna que me decía que no importa cuánto hubiera logrado, nunca sería suficiente. ¿Suena divertido, verdad? Bueno, no lo es.
Durante 15 días, estuve confinado en cama, desolado, sin deseo de ver o interactuar con alguien, mientras pensamientos de insatisfacción y la sensación de no haber logrado suficiente me atormentaban sin descanso. Pero también es parte de lo que me ha hecho detenerme, reflexionar y, de alguna manera, empezar a entender qué es lo que realmente valoro y qué quiero para mi vida.
Es un viaje duro, pero también es un camino hacia una mayor comprensión de uno mismo y, espero, hacia un futuro donde pueda balancear mejor mis ambiciones con mi bienestar. Eventualmente logré sobrellevar ambas crisis y aunque no me he recuperado del todo, sí debo decir que ya estamos más del otro lado.
Ahora, 6 de mayo y otro cumpleaños ha llegado, los 31 años ya forman parte de mi descripción y con ellos, la anticipación de otro cambio significativo. Este cumpleaños puede que sea la antesala de otro hito significativo en mi vida, otro cambio radical, que no quiero decir nada por ahora, pero esperemos a ver. Sin embargo, a pesar de los retos del último año y la sombra de la depresión, mi perspectiva esta vez es diferente. Aunque reconozco que los desafíos son mayores, no me siento tan derrotado ni destruido como antes.
¿Por qué comparto esto? Porque cada cumpleaños ha sido un marcador de cambio y crecimiento. Desde la soledad inicial hasta la lucha interna y ahora, mirar hacia el futuro con esperanza y resolución. Este blog es una celebración de la vida y sus inevitables cambios. Es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, siempre hay un nuevo comienzo esperando. Es una invitación para todos ustedes a reflexionar sobre sus propias transiciones y cómo han moldeado quiénes son hoy.
Así que aquí estoy, recordándoles y celebrando con ustedes, mis lectores, mis amigos, mi familia extendida. Gracias por ser parte de mi viaje, por las palabras de aliento y por acompañarme en cada paso del camino.
Este año, mi cumpleaños no solo marca otro año de crecimiento personal y nuevas oportunidades, sino que también coincide con un hito especial en este espacio que hemos compartido juntos: esta es la publicación número 50 de “Soporten Emprendedores”. A lo largo de estas 50 entradas, he compartido con ustedes mis desafíos, aprendizajes y reflexiones, esperando siempre que cada palabra sirva como un puente para conectar nuestras experiencias y crecer juntos.
Celebrar 50 publicaciones es un recordatorio de la consistencia, la dedicación y el esfuerzo que hemos invertido en este espacio.
Cada blog informativo, manuales prácticos, noticias actualizadas, reflexiones personales, podcasts envolventes, historias inspiradoras, hasta lecciones y aprendizajes significativos. ha construido una comunidad de lectores y colaboradores que valoro profundamente. Este blog ha sido un lugar de exploración y expresión, y cada entrada ha sido un paso en nuestro viaje compartido.
Este año, mi cumpleaños lleva consigo un deseo especial. Al darte cuenta de que es mi cumpleaños, quizás te sorprendas pensando: “¡Chin! No le compré nada a Diego.”
No te preocupes. Sé cómo puedes apoyarme. En lugar de un regalo material, me gustaría pedirte algo más significativo: una introspección.
Me encantaría saber cómo alguno de mis blogs o publicaciones te ha afectado o inspirado. ¿Hay algo que hayas leído de lo que he compartido que te haya movido, hecho reflexionar o inspirado de alguna manera? Tu perspectiva es increíblemente valiosa para mí, y tus reflexiones serían el mejor regalo que podría recibir.
Compartir nuestras historias y experiencias es cómo crecemos y nos conectamos más profundamente. Así que, por favor, déjame un comentario aquí o envíame un mensaje personal. Cada palabra tuya reafirma por qué hago lo que hago y alimenta mi espíritu para continuar escribiendo y compartiendo.
Gracias por estar aquí, por leer, y por ser parte de mi viaje. Cada interacción, cada mensaje de apoyo, cada momento compartido es un regalo que atesoro profundamente. ¡Espero tus reflexiones con ansias y gratitud!
¡Feliz cumpleaños, Diego! Que sigan los aprendizajes y los éxitos. Un abrazo